Con los conflictos bélicos que se han venido suscitando recientemente en todo el mundo, los secuestros infantiles y otros actos de violación de los derechos humanos se han hecho un común denominador, no solo entre adultos sino también con niños.

Si los cerrajeros buscan abrir cerraduras, la ONU busca cerrarle las puertas a este tipo de sucesos que no solo enlutan familias, sino que socaban los derechos de los individuos de cualquier nación del mundo. La Secretaría General de la Organización de las Naciones Unidas, quien está en favor de los niños que están atrapados en medio de los diversos conflictos armados, hizo una publicación para contribuir con el personal que trabaja en campo para velar por la protección de estos niños objeto de la violación de sus derechos.

¿Cuál es esta medida? ¿Cómo se llevará a cabo? Aquí te contamos algunos detalles.

Acción inmediata

Virginia Gamba, Representante del Secretario General de la ONU, declaró que las medidas expuestas en la publicación hecha por esta organización contribuirá con el monitoreo e informa de los diversos crímenes de guerra en contra de los niños. Particularmente, existen seis trasgresiones de gravedad que sirven de cimiento para recopilar información respecto a estos crímenes: asesinato y mutilación, reclutamiento o uso de niños soldados, violencia sexual, secuestro, ataques contra escuelas u hospitales, y la negativa de su gobierno al acceso humanitario.

Tomando en cuenta la relación que guardan estas seis violaciones de derechos humanos, en especial de los niños; esta guía podrá servir de ayuda para comprender la gravedad de estas violaciones (algo que, de cierto modo, resulta obvio), así como fungir de promotor para que se pudiera usar como otra herramienta en el esfuerzo conjunto para prevenir que estos sucesos se sigan repitiendo.

Estadísticas que debemos temer

Durante las últimas décadas, la comisión de estos crímenes ha estado en alza dado al surgimiento de diferentes conflictos armados que ocurren en muchos países; no solo en países menos desarrollados sino también en naciones que son potencia. Es algo para alarmarse, aunque en realidad pasa sumamente percibido ante los ojos del mundo.

Es por este motivo que el Consejo de Seguridad tomó la acción de poner en marcha su resolución 2225 durante el año 2015, donde se debe hacer responsable a las partes involucradas en los conflictos armados del tráfico infantil.

Hace dos años, se percibió un aumento del 90% en el número de sucesos verificados de secuestro, y el año pasado aumentó un 20%. Es decir, estamos hablando de que unos 110 niños de cada 200 son víctimas de estos crímenes de lesa humanidad. Países como Somalia, República Democrática del Congo (ex-Zaire), Siria, Burkina Faso, son quienes tienen los índices más elevados en este aspecto.

Aparte de señalar lo obvio, no se ven más acciones concretas por parte de la ONU para evitar que estos incidentes sigan ocurriendo; sin embargo es un hecho que no siempre la fuerza tendrá un impacto positivo para las partes. Solo queda esperar que esta guía sirva de punta de lanza para otras acciones concretas que pudieran erradicar este flagelo que trae consecuencias irreversibles en la vida de los más pequeños.

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