Casarse es un plan en donde dos personas esperar estar juntas por el resto de sus vidas, pero sabemos que hoy en día las tasas de divorcio son muy altas, de manera que un felices para siempre no es la realidad de muchos, y cuando hay que tocar los temas legales de la separación, si antes no se podían ver, con este tema terminan odiándose a muerte.

Pero la historia no debe tener ese final trágico, y sabiendo que el divorcio es una realidad que puede suceder a cualquiera, muchas parejas hoy en día, aunque no dudan de su amor, prefieren casarse por bienes separados, así que, si hay divorcio, la separación es mucho más fácil.

Lo que significa casarse por bienes mancomunados

Hay muchas personas que se casan y creen que todo lo referente a la parte legal es evidente, y no lo es, es algo que la pareja debe conversar muy bien antes de contraer matrimonio, ya que se trata de temas legales que en el futuro pueden traer graves implicaciones, especialmente si se trata de un divorcio.

Cuando una pareja descuide casarse por bienes mancomunados se suponer que pasan a formar una sociedad conyugal; es decir, ambos conyugues tienen un solo patrimonio, en donde los dos son dueños por partes iguales de todo el dinero que han adquirido durante el tiempo del matrimonio.

En el caso de un divorcio o e muerte; es decir, cuando el matrimonio se termine, entonces de todo el patrimonio conyugal cada miembro tendrá derecho al 50% de los bienes totales, pero hay que tomar en cuenta que lo mismo aplica a las deudas, así que no todo es bueno aquí.

Matrimonio por bienes separados

Este tipo de contrato matrimonial dispone que lo que es de cada uno sigue siendo de cada uno, incluso lo adquirido durante el matrimonio, de manera que un conyugue no tiene derecho al patrimonio de su pareja y viceversa, es lo que muchas parejas deciden hacer este tipo de contrato.

De existir una separación cada uno queda con lo que tiene a su nombre y no hay que buscar ni declarar bienes, porque cada uno se hace responsable de sus bienes, incluidas las deudas, es algo que se ha puesto de moda, especialmente ere las parejas jóvenes, ya que para muchos es un acto de amor el no considerar el dinero de otro, ya que no se casan por un interés monetario.

En realidad, este tipo de contrato matrimonial hace mucho más cómoda la situación al finalizar el matrimonio, de manera que es una buena opción cuando la pareja no se casa segura de que se trata de una relación que pueda durar para toda la vida, o cuando no quieren complicarse con asuntos legales y de dinero, en especial si ambos poseen buenos patrimonios.

Cada país tiene sus propias reglas

Hay que tomar en cuenta que en algunos países no es posible establecer un contrato matrimonial pro-bienes separados, mientras en otros no solo es válido, sino que también se pueden hacer clausulas especiales sobre los bienes y el patrimonio que se desea compartir, y sobre cuáles no.

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